Enlazando mundos

“Enlazando mundos” parece a primera vista una expresión vacía de contenido si se prescinde de un contexto específico en el cual situarla. Sin embargo, la historia del proyecto que ya cumple 20 años, y que diera inicio al trabajo de la destacada académica Donatila Ferrada en el área de la dialogicidad en las aulas escolares, ha venido sumando experiencias de dos décadas en las regiones del Bio-Bio, Araucanía, Metropolitana, Coquimbo y por cierto en Tarapacá, donde en la actualidad se desarrollan 3 aulas dialógicas de marcado carácter comunitario.

La idea de un lazo remite sin lugar a duda a la unión de dos cuerpos, dos entidades: el lazo y el animal en el campo chileno, la cintura y el vestido ceñido a ella en el vestuario, el cordón y la zapatilla en el calzado o la gavilla de cabellos en torno de un elástico. Así como en lo físico, en la metáfora social y educativa, enlazar mundos, implica la unión de experiencias, saberes y modos de habitar; todos los cuales, si bien existen, no encuentran un elemento o, en este caso, una experiencia comunitaria que los reúna, por ejemplo, el conocimiento pedagógico y los saberes tradicionales que portan las comunidades educativas que se reúnen en el espacio pedagógico de la escuela o el jardín infantil.

Eso son las aulas dialógicas, espacios enlazadores que reúnen y atan estos mundos que solemos entender como separados e irreductibles el uno al otro, pero que se transforman en una entidad común a partir de la reunión de una comunidad que dialoga a través de la escucha y consideración por el lenguaje del otro, renunciando a los juicios previos y ofertando la palabra no como una verdad, sino como la narración de un caminar que recoge aprendizajes, sentires y pensares, que se ofrecen al reconocimiento de los demás y al diálogo abierto como una valor que se transforma casi en la única regla de la conversación, promoviendo la participación y también la mejor distribución de los saberes y conocimientos que actúan como bienes sociales a los que todos y todas tienen derecho.

En esa perspectiva, este pasado 13 y 14 de agosto, se desarrolló el “V Seminario nacional y I internacional de Pedagogía Dialógica Enlazando Mundos” en la ciudad de la Serena, organizado por el Centro de Investigación en Educación para la Justicia Social, CIEJUS y las universidades Central, de la Serena, Católica del Maule y Arturo Prat; instancia en la que se reunieron representantes de aulas dialógicas comunitarias de 5 regiones del país, incluida por cierto la región de Tarapacá, para compartir sus experiencias e inquietudes en torno al desarrollo de estas aulas, dialogando con académicas y académicos de las universidades participantes, así como con académicas y académicos de México, Colombia y Brasil.

En el caso de la región de Tarapacá, además de lo/as académicos/as Gianina Dávila y Jorge Silva, participaron las profesoras Carol Marchant y Sandra Garrido, así como la educadora de párvulos María Luisa Oviedo y las investigadoras Ailym Mejía y Michelle Ardiles. No se trató solo de lo que han logrado o de los éxitos académicos acumulados, sino de aquello que se ha descubierto como comunidad a través de la puesta en práctica de las experiencias de diálogo, de las transformaciones que han experimentado a nivel educativo y del aprendizaje de volver a comunitarizar la conversación sobre el curriculum, la convivencia escolar o la experiencia pedagógica de enlazar conocimiento y saber, universidad y territorio.